
Intimidadas por la geopolítica y la guerra comercial, las empresas estadounidenses en China reportan niveles récord de baja en nuevos planes de inversión
- Jul 17 2025
Las empresas estadounidenses en China están reportando niveles récord de baja en nuevos planes de inversión para este año y una disminución de la confianza en su rentabilidad, siendo la incertidumbre en las relaciones entre EE. UU. y China y los aranceles del presidente Donald Trump sus principales preocupaciones, según una encuesta publicada el miércoles.
Las empresas también se enfrentan a los desafíos de la desaceleración económica en China, donde la débil demanda interna y el exceso de capacidad en las industrias locales están erosionando la rentabilidad de las compañías estadounidenses.
“Las empresas en China son menos rentables ahora que hace algunos años, pero los riesgos —incluyendo riesgos reputacionales, regulatorios y políticos— están aumentando”, dijo Sean Stein, presidente del Consejo Empresarial EE. UU.–China (U.S.–China Business Council), un grupo con sede en Washington que representa a empresas estadounidenses que operan en China, incluidas grandes multinacionales.
La encuesta, realizada entre marzo y mayo con la participación de 130 empresas miembros, se llevó a cabo mientras ambos países se enfrentan por aranceles y medidas no arancelarias, incluyendo controles a la exportación sobre productos críticos como imanes de tierras raras y chips informáticos avanzados. Tras conversaciones de alto nivel en Ginebra y Londres, funcionarios de EE. UU. y China acordaron reducir temporalmente los aranceles y las restricciones a las exportaciones, pero persiste la incertidumbre, ya que aún no se ha alcanzado un acuerdo comercial más permanente.
Kyle Sullivan, vicepresidente de servicios de asesoría empresarial del USCBC, dijo que más de la mitad de las empresas encuestadas indicaron que no tienen ningún plan de inversión nueva en China este año.
“Eso es un récord histórico”, afirmó Sullivan, señalando que se trata de un fenómeno nuevo que no se había observado en encuestas anteriores.
Cerca del 40 % de las empresas reportaron efectos negativos por las medidas de control de exportaciones de EE. UU., muchas de las cuales han sufrido pérdida de ventas, ruptura de relaciones con clientes y daños a su reputación, al ser vistas como proveedores poco confiables. Citando razones de seguridad nacional, el gobierno de EE. UU. ha prohibido la exportación a China de productos tecnológicos de punta, como los chips más avanzados, que podrían potenciar las capacidades militares chinas.
Stein advirtió que los controles de exportación deben aplicarse con mucho cuidado, porque empresas europeas, japonesas o incluso chinas cubrirán de inmediato el vacío dejado por las compañías estadounidenses.
El fabricante de chips de Silicon Valley, Nvidia, obtuvo la aprobación del gobierno de Trump para reanudar la venta a China de sus chips H20 avanzados, usados para desarrollar inteligencia artificial, según anunció el lunes su CEO, Jensen Huang. No obstante, los chips más potentes de la empresa siguen bajo las reglas de control de exportaciones de EE. UU.
Aunque el 82 % de las empresas estadounidenses obtuvo ganancias en 2024, menos de la mitad se muestra optimista respecto al futuro en China, reflejando preocupaciones sobre aranceles, deflación y falta de claridad en las políticas.
Además, una cifra récord de empresas estadounidenses planea trasladar sus operaciones fuera de China, señaló Sullivan: el 27 % de los miembros lo indicó, frente al 19 % del año anterior.
A diferencia de encuestas anteriores, las preocupaciones sobre el entorno regulatorio en China, como el riesgo de uso indebido de la propiedad intelectual y la falta de acceso al mercado, no figuran entre las cinco principales preocupaciones este año. Según Stein, esto no es necesariamente una buena señal.
“No es que la situación en China haya mejorado dramáticamente, sino que los nuevos desafíos, a menudo provenientes de EE. UU., están planteando tantos problemas como los tradicionales”, explicó.
Casi todas las empresas estadounidenses afirmaron que no pueden seguir siendo competitivas a nivel global sin sus operaciones en China.
Una encuesta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China realizada en mayo reveló que las empresas europeas también están recortando costos y reduciendo sus planes de inversión en China, debido al enlentecimiento económico y a la feroz competencia que reduce los precios.
AP