Robó una casa, cocinó y comió: dejó huellas por todas partes y ahora marchó a prisión

José Miguel Negrette Vicente fue encontrado responsable de un robo cometido en una casa ubicada en la Ruta 71. Su identificación fue posible porque dejó huellas que recogió y analizó policía científica. Pero Negrette no solo se llevó variados objetos de la casa, también se quedó en ella, sino que cocinó y comió allí. Cuando la policía llegó hasta el domicilio de Negrette se encontraron efectos de ese robo, pero también de otros ocurridos en julio.

Cuando el sábado 6 el dueño de casa llegó a la propiedad, luego de estar ausente varios días, encontró que faltaban una televisión de 50 pulgadas, un Play Station, juguetes, ropas varias, cubiertos y comestibles entre otros efectos.

Para su asombro, también constató que era probable que el o los ladrones hubieran permanecido en la vivienda por tiempo indeterminado ya que cocinaron sus alimentos y los ingirieron en el lugar.

La policía científica trabajó en la escena y recolectó huellas que fueron remitidas a Montevideo para su análisis. Una vez que retornaron los resultados, se estableció que las huellas pertenecían a José Miguel Negrette Vicente (23 y poseedor de antecedentes penales). La fiscalía de turno solicitó entonces a la justicia orden requisitoria.

Los investigadores de la Zona Operacional I localizaron el domicilio de Negrette y con su autorización se realizó una inspección ocular, hallando parte de los efectos denunciados como robados de la casa, por lo que fueron incautados y reconocidos luego por el propietario.

Asimismo se incautaron efectos correspondientes a un hurto perpetrado el 5 de julio en otra casa de familia de la zona, a un robo cometido el 20 de julio en una casa de Playa Verde y a un hurto concretado el 24 de julio también en zona de Playa Verde.

Las actuaciones culminaron con José Miguel Negrette Vicente compareciendo en audiencia en juzgado penal y finalizada la instancia se lo condenó como autor penalmente responsable de un delito de hurto especialmente agravado y tres delitos de receptación, todos en régimen de reiteración real.

La pena fijada es de 20 meses de prisión efectiva.