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Uruguay y Brasil firmaron acuerdo en Punta del Este y crean Unidad Mixta de Investigación e Innovación Internacional

Uruguay y Brasil firmaron acuerdo en Punta del Este y crean Unidad Mixta de Investigación e Innovación Internacional

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) firmaron un acuerdo de cooperación para la creación de la primera Unidad Mixta de Investigación e Innovación Internacional entre Uruguay y Brasil.

Será un espacio colaborativo formal y específico que permita a ambas instituciones compartir infraestructura, conocimiento y recursos humanos para generar soluciones tecnológicas conjuntas.

La firma del acuerdo se dio en el marco de la 79ª reunión de la Comisión Directiva del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (Procisur) que tuvo lugar en Punta del Este. Firmaron la presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá, y el presidente de INIA, Miguel Sierra, en presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Alfredo Fratti; y la asesora de la Secretaría Ejecutiva del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil, Sibelle Silva.

La creación de esta Unidad Mixta marca un hito histórico en la cooperación entre ambos países en materia científico-tecnológica, por ser la primera de Embrapa fuera de Brasil y la primera de INIA fuera de Uruguay.

Entre sus metas, destacan integrar acciones de investigación, desarrollo e innovación; desarrollar soluciones innovadoras para la producción sostenible; promover el intercambio entre equipos técnicos y de gestión; conectar actores del ecosistema de innovación, y apoyar políticas públicas y la inclusión socio-productiva.

“En un contexto de desafíos compartidos, como la adaptación al cambio climático, la gestión eficiente de los recursos hídricos, la preservación de la biodiversidad y la necesidad de generar sistemas de producción más resilientes y sostenibles, esta iniciativa puede contribuir a que ambos países se proyecten internacionalmente como socios estratégicos en la construcción de un modelo de producción de alimentos sustentable, resiliente, competitivo y capaz de garantizar seguridad alimentaria global”, destacaron desde Embrapa e INIA.

Un grupo técnico será responsable de definir las temáticas y áreas en las que trabajará la Unidad Mixta. Desde INIA, Sierra adelantó que “inicialmente, entre los temas priorizados identificamos el bioma Pampa, por las similitudes con ciertas regiones de Brasil como Rio Grande do Sul en temas de ganadería y lechería sostenibles sobre base pastoril; los bioinsumos, ya que Embrapa tiene interesantes avances en lo científico, tecnológico, empresarial y reglamentario; la digitalización, ciencia de datos e inteligencia artificial, para la mejora de la eficiencia y la precisión de los procesos, y finalmente, la gestión institucional, que refiere a compartir experiencias de planificación, evaluación, gestión por procesos e indicadores claves de desempeño, entro otros ”.

Silvia Massruhá destacó que “las unidades mixtas son buenos modelos de optimización de recursos, de infraestructura, de competencias y de agendas de investigación, que fortalecen los lazos y esfuerzos bilaterales en ciencia y tecnología”. También señaló “permiten ser más asertivos en los temas priorizados, poniendo el foco en los públicos finales, que son los productores y los consumidores”.

En la misma línea, el presidente de INIA hizo una valoración altamente positiva.

“Embrapa es un socio de máxima relevancia estratégica, reconocido mundialmente y nos interesa profundizar esta sinergia para dar un salto de calidad, en el entendido que compartimos desafíos y tenemos un ADN o esencia similar, buscando crear y adaptar soluciones tecnológicas que promuevan la competitividad sostenible de nuestros sectores agroalimentarios, aportando evidencia a las políticas públicas y siempre estableciendo redes de colaboración con diversos actores internacionales y nacionales según las temáticas priorizadas. También compartimos la mirada bioeconómica, que concibe al sector agroalimentario como un entramado complejo donde, además de la producción de alimentos, se generan fibras, energía, bioinsumos y otros productos de alto valor agregado”, concluyó Sierra.

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