Picudo rojo: Maldonado refuerza la ofensiva sanitaria y prohíbe el ingreso de palmeras al departamento
- Dec 27 2025
La Intendencia de Maldonado formalizó, mediante resolución, un esquema integral de prevención y control frente al avance del picudo rojo. Gestión Ambiental concentra la operativa, se intensifican los tratamientos en el territorio y se mantiene la prohibición de traslado e ingreso de palmeras para evitar la propagación de la plaga.
La Intendencia de Maldonado dio un nuevo paso en la contención del Rhynchophorus ferrugineus, conocido como picudo rojo, al establecer, mediante la resolución 11899/2025, que el departamento de Gestión Ambiental será el responsable de ejecutar todos los actos, procedimientos y coordinaciones necesarios para enfrentar la situación sanitaria que afecta a las palmeras del departamento.
La medida consolida un abordaje centralizado y técnico, en un contexto en el que la administración departamental viene realizando una fuerte inversión para mitigar los efectos de la plaga y evitar su expansión. En ese marco, se ratificó una disposición estratégica: quedan prohibidos el traslado y el ingreso de palmeras al territorio de Maldonado, una medida considerada clave para frenar nuevos focos de contagio.
Tratamientos específicos y extracción de ejemplares afectados
En el territorio departamental se aplica el tratamiento de endoterapia mediante el sistema SOSPALM, una técnica menos invasiva que otros métodos tradicionales. La elección responde a las características de las palmeras, que no poseen la misma capacidad de defensa frente a heridas que otros árboles.
El procedimiento consiste en la colocación de cánulas de larga duración —entre 15 y 20 años—, a través de las cuales se inyectan productos químicos a distintas frecuencias, lo que permite una acción directa y sostenida contra el insecto. Paralelamente, la IDM continúa con la extracción de palmeras infectadas en espacios públicos, una medida necesaria cuando el daño ya resulta irreversible.
Cómo actúa el picudo rojo y cuáles son los síntomas
El insecto deposita sus huevos en la palmera y, una vez que las larvas eclosionan, estas se alimentan del interior del tronco. Este proceso destruye el punto de crecimiento y provoca un deterioro progresivo del ejemplar.
Los primeros signos suelen manifestarse con hojas centrales amarillentas y pérdida de simetría. En etapas posteriores aparecen el marchitamiento y la caída de hojas, momento en el que, según advierten las autoridades, el daño suele ser irreversible.
Llamado a la población y monitoreo permanente
Desde la Intendencia se subraya que la detección temprana es determinante para el éxito de las acciones. Por ese motivo, ante cualquier sospecha de presencia del insecto o de síntomas compatibles en palmeras, se solicita a la población que se comunique de inmediato con el departamento de Gestión Ambiental a través del teléfono 4222 3333, interno 1752.
La IDM informó, además, que el monitoreo de la situación es permanente, con el objetivo de preservar el patrimonio vegetal del departamento y contener una plaga que representa una amenaza sanitaria y paisajística de alto impacto para Maldonado.
Maldonado, varios pasos adelante: una respuesta anticipada frente a un problema que hoy escala a nivel nacional
A diferencia de lo que ocurre en otras zonas del país, donde la respuesta frente al avance del picudo rojo ha sido más reciente o reactiva, Maldonado viene trabajando de forma sostenida desde hace varios años en la detección, prevención y tratamiento de la plaga, con inversión específica, protocolos definidos y una estructura técnica dedicada.
En departamentos como Montevideo, el problema cobró mayor visibilidad pública en etapas posteriores, con medidas que aún se encuentran en fase de implementación y de debate, según información oficial y publicaciones recientes de medios nacionales.
En ese contraste, la estrategia adoptada por la Intendencia de Maldonado —basada en monitoreo permanente, endoterapia, extracción de ejemplares afectados y restricciones al traslado de palmeras— posiciona al departamento entre los que han abordado el fenómeno con mayor anticipación y continuidad, en un contexto en el que el picudo rojo se consolida como un desafío sanitario de alcance nacional.












