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Un robo de joyas de "valor incalculable" obliga a cerrar el museo del Louvre de París mientras la policía se lanza a la caza de los ladrones

Un robo de joyas de "valor incalculable" obliga a cerrar el museo del Louvre de París mientras la policía se lanza a la caza de los ladrones

Un robo en el Museo del Louvre en París, donde se conservan las joyas de la extinta corona francesa, mantiene a la policía a la caza de los ladrones.

Según informó la ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, el saqueo se produjo el domingo por la mañana, alrededor de las 09:30 hora local; es decir, apenas media hora después de que el museo abriera sus puertas al público.

El ministro del Interior, Laurent Núñez, afirmó que tres o cuatro ladrones lograron abrir dos vitrinas y se marcharon del lugar en motocicletas tras sustraer ocho piezas de joyería, incluyendo diademas, collares, aretes y broches.

En su apresurada huida perdieron dos de los objetos robados, incluyendo una corona que perteneció a la esposa de Napoleón III, que la policía encontró en las inmediaciones del Louvre. Las autoridades los están examinando para evaluar los daños.

Los objetos robados pertenecieron a la monarquía francesa del siglo XIX, y están incrustados con miles de diamantes y otras piedras preciosas.

Los ladrones aparentemente desplegaron una escalera extendible desde un vehículo parqueado en una acera afuera del museo para acceder a la Galería Apolo por la ventana.

La ministra de Cultura afirmó que los ladrones intentaron prenderle fuego al vehículo, pero un empleado del museo logró evitarlo.

Al describir a los ladrones, la ministra afirma que actuaron con profesionalidad, sin violencia ni pánico. No hubo ningún herido.

Los fiscales del caso le confirmaron a la BBC que estos usaron una cortadora de disco para acceder al edificio.

El museo fue evacuado y permaneció cerrado el resto del día "por razones excepcionales".

La evacuación precipitada del museo produjo confusión entre sus visitantes, relataron algunos de ellos. "Supe que había pasado algo malo por la forma como barrieron todo el museo", afirmó a la agencia Reuters una turista estadounidense.

El Louvre es el museo más visitado del mundo y alberga muchas de las obras de arte y tesoros más famosos del mundo.

El objetivo de los ladrones fue la Galería Apolo, donde se encuentra lo que queda de las joyas de la corona francesa.

La mayoría de ellas se perdieron o se vendieron tras la Revolución Francesa, pero algunas piezas preciosas se conservaron.

Entre las piezas robadas se encuentra un collar y unos aretes de esmeralda que pertenecieron a la emperadora María Luisa, una tiara y un broche de la emperadora Eugenia, y una tiara y un arete de safiros que pertenecieron a las reinas Maria Amelia y Hortensia.

La corona de la emperadora Eugenia, que los ladrones dejaron caer durante la huida, está cubierta con 1354 diamantes y 56 esmeraldas.

Se cree que los delincuentes prefieren robar joyas porque pueden desarmarlas y venderlas por dinero en efectivo, mientras que es más difícil obtener dinero de las obras de arte preciosas robadas, que son fácilmente reconocibles.

Más allá de su valor comercial, Núñez afirmó que las piezas robadas tienen un valor cultural e histórico que no se puede calcular, y las describió como "de un valor patrimonial inconmensurable".

El ministro Laurent Núñez declaró en una entrevista que es "bien sabido" que los museos franceses en general son "vulnerables" a los robos, incluido el Louvre pese a sus estrictas medidas de seguridad.

El caso más famoso fue en 1911, cuando fue robada la obra maestra de Leonardo da Vinci, la Mona Lisa.

El poeta Guillaume Apollinaire y el pintor Pablo Picasso fueron interrogados por la policía. Sin embargo, el culpable resultó ser un italiano que, por orgullo nacional, quería que el cuadro volviera a Italia.

La obra fue encontrada tres años después en Florencia y devuelta a París. En aquella época, el cuadro no era tan famoso como lo es ahora.

Por otra parte, en 1983 desaparecieron algunas piezas de armadura del siglo XVI que no fueron recuperadas hasta 2011.

Más recientemente, en 1998 fue sustraída una pintura del artista del siglo XIX Camille Corot, Le Chemin de Sevres (El camino de Sevres), que fue simplemente retirada de la pared sin que nadie lo viera y desde entonces sigue sin encontrarse.


BBC
Foto: Dimitar Dilkoff/AFP via Getty Images